En un mundo tan competitivo como este en el que vivimos, el que tiene una idea, un producto o cualquier otra cosa que le produzca beneficios, es susceptible de ser plagiado por otra persona para lucrarse. Por ello, es necesario proteger celosamente esa patente o marca que uno tiene y, en caso de una posible falsificación, lo mejor es contactar con nuestro gabinete con el fin de determinar si es real o a fin de recurrir a acciones legales contra el posible infractor.